La desaparición, o matanza, de estudiantes normalistas en Iguala es evidencia de la ausencia de Estado en Guerrero. Se suma a los centenares de muertos que ahora se descubren en fosas clandestinas, similares a las que existen en otra zona que no tiene Estado, Tamaulipas. Las fosas de Iguala, sin embargo, se conocen desde al menos 2013, y tal vez eso explique la rapidez con que el gobernador de Guerrero dijo que los cuerpos ahí encontrados no serían de los normalistas